Pocos males afectan tanto al ser humano como la ira, que daña al agredido y al colérico, y que es capaz de extenderse como una plaga.
Este es uno de los mensajes que supo transmitirnos Séneca en sus diálogos.
El filósofo expone, también, de forma clara cómo vivir con serenidad y calma ante circunstancias adversas, para lograr la tranquilidad del alma y apartar la ansiedad.
Sus argumentos nos resultan hoy de tremenda actualidad cuando los vemos coincidir con los de quienes nos aconsejan sobre el bienestar personal.
Sus palabras, a la vez, nos sumergen en el quehacer cotidiano de la Roma antigua.
Todo un lujo.