Luis, un periodista cansado de su trabajo y su matrimonio, planea asistir a un congreso en Austin, Texas. El viaje es una mera coartada para encontrarse brevemente con Camila, quien se ha convertido en el único aliciente de su vida. Pero cuando está a punto de partir, recibe un mensaje suyo: «Dejémoslo aquí, quedémonos el recuerdo». Desconsolado y sin saber qué hacer en Austin, se refugia en un archivo de la universidad, donde se topa casualmente con unas cartas de William Faulkner a su amante Meta Carpenter. La lectura de esta larga correspondencia lo ayuda a reconstruir el recuerdo de su aventura amorosa y a reflexionar sobre su tedioso matrimonio, pero también a preguntarse cómo hay que vivir para lograr que cada día valga la pena.
Con altas dosis de verdad y humor y una enorme fuerza narrativa, Jacobo Bergareche arrastra al lector en esta singular y cautivadora novela que explora de forma universal la fiebre del enamoramiento y la inevitable rutina de las relaciones de largo recorrido. Un libro cuya excepcional solidez y originalidad revelan la madurez literaria del autor.
«Amena, divertida, insolente y muy bien escrita.» Mario Vargas Llosa
«Bergareche nos concede el raro privilegio de comprender cómo los hombres ganan la felicidad sin merecerla, la pierden sin darse cuenta y la añoran sin remedio.» Ricardo Menéndez Salmón
«Una historia capaz de volvernos a abrir los ojos a la capacidad inagotable del amor y el desamor. Con una escritura bella y sólida salpimentada con tintes de humor, nos muestra el idilio y lo extraordinario y en el otro extremo, el hastío de los pequeños fracasos cotidianos.» Marta Orriols
«Una hermosa y elegante narración sobre la memoria del amor, la nostalgia de las primeras veces y la posibilidad de reparar todo aquello que el tiempo erosiona. Una carta de amor conmovedora que nos sitúa ante una de las decisiones más difíciles a las que uno se ha de enfrentar en la vida: elegir entre la pena y la nada.» Miguel Ángel Hernández
«Bergareche se entrega a la exploración de la memoria y el deseo, a lo que acontece en el corazón y otras latitudes, y termina elaborando una suerte de sociología íntima, aunque nunca abandona el tono íntimo de lo epistolar.» Bruno Pardo (ABC Cultural)
«Sumamente original.» Alberto Olmos (El Confidencial)
«Ofrece un ameno y riguroso tratamiento de la contrariada sentimentalidad amorosa.» Jesús Ferrer (La Razón)
«Una trama argumental nítida, también suficientemente compleja aunque consista en una discreta exposición epistolar, a la vez que atractiva.» Santos Sanz Villanueva (El Cultural)
«Jacobo Bergareche explora la fiebre del enamoramiento y reflexiona sobre el tedio de la rutina de forma divertida e incluso insolente.» Patricia Villalobos (TELVA)
«Original en la forma es cruda a veces, pero también tierna y con humor.» Yasmina Álvarez (La Nueva España)
«Intenso, obsesivo, delirante y por momentos desternillante, Los días perfectos es un fabuloso artefacto literario, que trasciende