«Hay una miríada de relatos en la tradición judía, y en parte también en la musulmana, que describe a Caín de forma diferente a la versión bíblica; y yo, que al fin y al cabo no soy más que un cuentacuentos, he trabajado sobre esos relatos alternativos».
En esta obra, Andrea Camilleri ofrece una visión insólita y sorprendente del primer homicida de la historia.
Se trata de un Caín inventor del concepto de elección, y por tanto de la idea de responsabilidad de la que descienden las nociones, tan radicadas en la cultura occidental, de culpa y culpabilidad.
Un Caín, en última instancia, que va más allá del arrepentimiento para tomar conciencia de que, sin el mal, el bien no existiría.